
¿Cómo evitar cervezas defectuosas?
Las cervezas pasan por muchos procesos y exámenes de calidad, ya que lo más importante para los productores es dar a sus clientes la mejor cerveza. Pero los procesos y métodos que se utilizan para hacer cerveza son tan complicados, que en ocasiones, la bebida puede llegar a tener defectos.
Agentes microbianos externos a la levadura pueden causar acidez, el exceso del amino ácido conocido como DMS o Sulfuro Dimetilo puede ocasionar sabores a choclo o a manteca, mientras que la oxidación o “cerveza quemada” puede ser causada por el contacto continuo con la luz.

Algunos de estos defectos son fácilmente reconocibles para el consumidor promedio, mientras que muchos otros no. Lo más importante es evitar todos estos defectos a toda costa.
La mayoría de los defectos de una cerveza son causados por contaminación, es decir, un agente externo que se inmiscuye en alguno de los procesos de elaboración. De acuerdo a Sebastián Oddone, autor del libro Matemática de la Cerveza, el proceso de enfriamiento es uno de los más expuestos a contaminación.

Según Oddone, el punto más crítico del control de calidad de una cerveza es el enfriamiento, ya que todos los lotes de cerveza tienen que pasar por el enfriador, mismo que no se puede desarmar para su limpieza, ni tampoco pueden ser tratados con ayuda de los agentes de limpieza más fuertes debido al peligro de contaminación.
Por ello, se deben tener protocolos de limpieza muy estrictos. Después de cada cocción se debe limpiar y sanitizar el equipo que se utiliza para hacer cerveza, y así, los cerveceros evitan que sus cervezas salgan contaminadas.