
¿Qué características aporta el lúpulo a la cerveza?
El lúpulo es una flor considerada como uno de los ingredientes esenciales para hacer cerveza, pero ¿qué hace exactamente una flor en la cerveza?
Su uso comenzó en Bavaria desde el siglo VIII, pero su utilización se formalizó en 1516 gracias a la Reinheitsgebot, también conocida como la Guía de Pureza Alemana. Se empezó a usar en toda Europa a partir del siglo XVII.
El lúpulo segrega resinas llamadas humulonas.
El lúpulo es el responsable de principales características de la cerveza: aroma y amargor. Esto se debe a que durante el hervido del mosto cervecero, previo a la fermentación, esta flor segrega resinas (humulonas) que son alfa ácidos y que al entrar en contacto con la alta temperatura durante el hervor del mosto, se vuelven iso alfa ácidos a través de una reacción llamada isomerización.
Lo curioso de esta flor es que suele adquirir las características propias del lugar de donde proviene. Dependiendo de la composición del suelo, las horas de sol recibidas durante su crecimiento y la humedad a la cual estuvo expuesta, sus propiedades pueden cambiar radicalmente.
Las características del lúpulo pueden cambiar dependiendo del lugar en donde se coseche.
Por ejemplo, las cervezas Pilsener alemanas se elaboran a partir de lúpulos Tettnanger, Hallertauer y Spalt para sabor y aroma.
Por otro lado, el lúpulo que se da en Baviera resulta ideal para las cervezas estilo Múnich Dunkel.
El nivel de amargor de una cerveza se mide a través de los IBU o las International Bitterness Units, que en español se traducen como Unidades Internacionales de Amargor.