
#LaCervezaLaHacemosTodos: La Patrona de la Ciudad de México
La agroindustria cervecera es muy importante para la economía mexicana. Produce más de 55,000 empleos directos y 600,000 indirectos. Además, la cadena de valor que empieza en el campo y termina en tu mesa, representa el 1% del PIB nacional.
Detrás de la cerveza hay historias de pasión y esfuerzo, relatos que queremos compartirte empezando por los de nuestros afiliados. En esta ocasión te compartimos la historia de la Cervecería La Patrona, que empezó con el sueño y el entusiasmo de Rodrigo Escudero, su fundador y maestro cervecero.
Origen y nombre
“Yo vengo de una familia de gran tradición cervecera”, recuerda Rodrigo, “mi tatarabuelo, bisabuelo y abuelo se dedicaron a la cerveza. Entonces siempre tuve una conexión con el mundo cervecero”.
Durante su carrera universitaria, su pasión por la cerveza lo llevó a trabajar en uno de los grandes grupos cerveceros de México: Grupo Modelo. Durante su tiempo ahí, trabajó como becario rotando por distintos departamentos dentro de la empresa. Es así como aprendió de primera mano todo lo que había detrás de la cerveza. Sería una experiencia que lo marcaría para siempre.
Rodrigo Escudero, el fundador de la Cervecería La Patrona.
En 2008, Rodrigo se graduó de la universidad, listo para pertenecer al mundo cervecero. Desgraciadamente, la época era difícil. La crisis económica de Estados Unidos afectó mucho la oferta laboral en México y su sueño de pertenecer a la industria cervecera quedó truncado. Optó por trabajar en la minería y durante nueve años soñó con abrir su propia cervecería, hasta que un día, decidió iniciar el proyecto que anhelaba.
La Cervecería La Patrona nació en el 2012 sin equipo de fabricación o un espacio propio, pero con las ganas de aportar y sumar la cultura cervecera mexicana. Empezaron produciendo su cerveza de manera itinerante, en colaboración con otras cervecerías mexicanas y perfeccionando sus recetas.
“Para mí lo más importante es tener un producto de calidad”, asegura Rodrigo, “y para tener un mejor control, siempre es mucho más fácil tener lotes pequeños, por lo que durante todo este tiempo La Patrona se ha mantenido con una producción pequeña”.
El nombre de la cervecería “La Patrona” surge de querer romper el estereotipo que hay detrás de la cerveza en México, “se cree que quien toma cerveza son hombres machos que ven televisión y andan en moto, y yo quería romper esa idea y ser más inclusivo”, nos dice Rodrigo, “quería que mi cerveza la pudiera tomar mi esposa, mi abuelo, mis amigos, haciendo a un lado este nicho enfocado al hombre viril”.
Crecimiento y logros
El 2020 fue el año en el que La Patrona por fin inauguró su cervecería. Después de producir cerveza en diferentes espacios de México, en el mes de octubre empezaron a producir sus primeros lotes.
“Comenzamos a maquilar en Tecamachalco, pero después nos fuimos a San Diego, California y luego a Querétaro hasta que regresemos a la Ciudad de México. Fuimos una cervecería itinerante durante siete años”, nos cuenta Rodrigo. “Queríamos un producto de muy buena calidad y la única manera en la que podíamos lograrlo era cuidando las pocas cervezas que producíamos en diferentes partes del país”.
La Patrona hace pequeños lotes cerveceros para asegurarse de su calidad.
Para La Patrona el crecimiento no significa duplicar las ventas o la producción de sus cervezas, más bien representa el ganarse un lugar en el imaginario de los mexicanos a través de su presencia en espacios gastronómicos icónicos.
“Algunos de nuestros clientes son de los mejores restaurantes de México”, se enorgullece Rodrigo, “las cervezas de La Patrona las puedes encontrar en los restaurantes más importantes del país. No nos preocupan nuestros números de producción o de nuestras ventas tanto como el perfil de nuestros clientes”.
La primera cerveza que La Patrona produjo fue una Blonde Ale que bautizaron como Santa Julieta; una cerveza que buscaba encontrar clientes en aquellas personas que deseaban algo diferente a lo que había en los anaqueles de las tiendas de autoservicio. “Nuestra meta era crear una cerveza que fuera fresca y fácil de tomar, pero con ese toque diferente que se puede ver en los perfiles de sabor y aroma”, recuerda Rodrigo.
La primera cerveza de La Patrona fue una Blonde Ale que bautizaron como Sta. Julieta.
Una vez que lanzaron su primera cerveza, los clientes que lograron conseguir en poco tiempo exigieron otra cerveza; una opción con más cuerpo y sabor. Rodrigo ya la tenía planeada y con poco tiempo de anticipación, La Patrona lanzó su cerveza Santa Otilia, una Oatmeal Stout.
“Algo que siempre me molestó es que en México, en la mente del consumidor, sólo existían dos cervezas, la clara y la oscura. Y mi idea era romper esa creencia”, sostiene Rodrigo. “Quería crear una cerveza que fuera más allá de ese estereotipo”, complementa.
La Sta. Julieta y la Sta. Otilia fueron pioneras en el mercado mexicano y actualmente son las dos cervezas que se mantienen en su portafolio de línea.
Su diferenciador
Rodrigo está muy orgulloso de la manera en la que se hace la cerveza de La Patrona, ya que, para él, su producción debe ser perfecta. Los ingredientes, las recetas y su producción son elementos a los cuales presta detallada atención, para que así sus cervezas se diferencien por sí solas.
En 2020, La Patrona por fin inauguró su cervecería.
“Nos preocupamos muchísimo por los ingredientes y la calidad”, nos presume el fundador de La Patrona. “Queremos tener productos muy diferentes al resto y preferimos hacer un lote pequeño de una cerveza de calidad, que hacer lotes enormes pero con una cerveza no muy buena; nos enfocamos en hacer las cosas bien más que en convertirnos en una cervecería masiva”.
¿Cuáles son las palabras que definen a La Patrona?
– Calidad
– Originalidad
– Local
Impacto local
Para La Patrona, el impacto más importante que han tenido a lo largo de su historia es el legado que ha construido en restaurantes. . Las catas cerveceras que se realizan para los chefs, meseros y comensales, ayudan a crear una cultura cervecera y para ellos es un orgullo ser un detonador de ésta a través de sus creaciones.
“A los chefs, a los meseros y a nosotros mismos nos da otra perspectiva de la cerveza”, nos cuenta Rodrigo, “a través de diferentes platillos y papilas gustativas nos damos cuenta de la manera en la que podemos mejorar. Lo más emocionante es que es recíproco, nuestras cervezas también ayudan a mejorar los platillos de los restaurantes en donde estamos”.
Futuro
El 2020 fue un año de muchos retos pero Rodrigo Escudero los ve como sólo un obstáculo, no como un final.
El futuro de la Cervecería La Patrona es optimista.
“Estoy seguro que la industria cervecera se recuperará”, dice con optimismo Rodrigo. “Vamos a salir de la pandemia. La gente empezará a salir más a la calle y a tomar cerveza de nuevo. A largo plazo el mercado crecerá, y en unos cinco o diez años vamos a ver más propuestas de cerveceras; habrá más competencia y cervezas en el mercado”, finaliza.
La historia de Rodrigo Escudero y su pasión cervecera es una de las muchas que encontramos en la cadena de valor de la agroindustria cervecera, conectándose con la de miles de mexicanos que dedican su esfuerzo y trabajo a una de las industrias más significativas de nuestro país.